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Peanuts, mi blog, un sitio donde publicaré cada capitulo de mi novela. Soy principiante en esto, pero espero que os guste, tengo mucho que contar...

lunes, 1 de agosto de 2011

Capítulo 21

Pasaban los días, y Ryan no me llamaba para quedar. ¿Y sí todo había sido por que le convenía encontrar una chica para el vídeo y ya está? No, él no podía ser así…
Un día antes de que volviésemos al instituto me llamó, me dijo que diésemos un paseo y que quedásemos para comer. Acepté de inmediato. Me contó que no me pudo llamar porque estuvo liado hablando con managers y más editores, pero que hoy estaba libre.
Me arreglé, me maquillé y esperé a que viniese, ya que iba a venir a mi casa. Y, por supuesto, apareció.
Iba como siempre, guapísimo, llevaba unos pantalones vaqueros, una camiseta, y una chaqueta encima.
- ¿Qué tal? – Me dijo mientras me apartaba el pelo de la cara.
- Bien. ¿Y tú?
- Genial, vamos.
Cogimos un bus y fuimos al centro. Estábamos paseando y hablábamos de nosotros. Me dio la mano. Empecé a sentir algo más, ese algo tan especial que me invadía el cuerpo cuando estaba con él.
Cuando pasábamos al lado de una tienda, vi a alguien en la otra acera. Era Eric, me entraron ganas de ir a saludarle, pero él estaba con Bryanna. Aunque yo iba con Ryan. No pasaría nada si se conocían. ¿No?
- Ven, vamos a saludar a un amigo. – Le dije.
- Vale.
Cruzamos la carretera, y como ellos venían de frente, nos vieron.
- ¡Hola! – Saludé a Eric, ignorándola a ella.
- Hola, ¿tú eres…? – Preguntó a Ryan.
- El es mi… - Miré a nuestras manos, que seguían entrelazadas.
- Amigo. – Completó Ryan.
- Ah, que bien, podemos ir todos a comer. ¿Qué os parece? – Dijo Bryanna.
No tenía ganas de ir con ella, pero no me quedaba otro remedio, así Eric y Ryan se podrían conocer mejor, y podían invitarle a sus fiestas.
Así que fuimos a un buen restaurante, y me senté al lado de Ryan, y Eric y Bryanna se pusieron frente a nosotros.
- ¿Y de qué os conocéis? – Nos preguntó Eric.
- Soy cantante, y mi editor la encontró para hacer un videoclip.
- ¿En serio? Yo también canto. –Comentó Eric.
- No me suena haberte visto, pero me gustaría escucharte. – Dijo Ryan.
- Oh, que generación tan mona de cantantes. – Dijo Bryanna estúpidamente.
Me caía fatal, tenía poquísima educación, vale, venía de un viaje largo, pero no era justo que lo distrajese y no nos hiciesen caso, pero lo volvió a hacer.
Mientras ellos se besaban, nosotros nos quedábamos quietos, esperando a que nos volviesen a hablar, pero Eric no se atrevía a decirle nada a ella.
- ¿Cuánto hace que estáis juntos? – Preguntó Ryan.
- Bueno, es que es una historia muy larga, a mí siempre me ha gustado él, pero era más chico que yo, y bueno, no pegaba estar con él, pero un día, pues ya nos dimos cuenta de que estábamos hechos uno para el otro, pero lo dejamos, porque me tuve que ir de viaje, y entonces le he echado tanto de menos. Pero ahora estamos otra vez juntos. – Contestó parpadeando mucho mientras miraba a Eric.
Que mal se expresaba, desde luego parecía una niña pequeña. Pero ni a mí me caía bien ella, ni a ella le caía bien yo. A veces me intentaba sonreír, pero ni siquiera le salía bien, yo ni me molesté en intentarlo. Cada poco tiempo le daba a Eric para probar comida de su plato, ¿no se daba cuenta que si hubiese querido lo hubiese pedido?
- Bueno, voy a ver los postres. – Dijo incomodo Ryan.
- Voy contigo. – Le acompañé.
Nos quedamos frente al estante de las tartas. Rodeé la cintura de Ryan con los brazos. Él también me abrazó.
- Ese chico, ¿te gustaba? – Me dijo con tranquilidad.
- No, solo era mi amigo, bueno, y lo sigue siendo.
- Vale. – Me dijo con una amplia sonrisa.
Nos miramos durante un momento.
- ¿Qué quieres tomar? – Pregunté.
- Lo que tú quieras. – Me dijo entre risas.
Miré con atención las tartas, y vi una que tenía corazones, me pareció la más apropiada, y fui a preguntar a los demás si querían.
- ¿Vais a tomar tarta? – Dije mirando a Eric.
- Claro que sí, corazón. – Me dijo Bryanna con una falsa sonrisa.
No la aguantaba, era superior a mí.
Fui al lado de Ryan, y le dije que los demás también querían.
- Está bien, pues tarta para todos. – Dijo entre risas.
Me sonó el móvil, era Rachel.
- Dime. – Le dije.
- Tía, tía, tía, que Alex me ha dicho de quedar.
- ¡Bien! Que os lo paséis muy bien.
- Ya, pero no sé. Es que me gusta, y cuando alguien me gusta, me pongo nerviosa.
- Tranquila, a mí me pasaba, pero te terminas acostumbrando.
- ¿Te terminas acostumbrando? ¿Ya estás con Eric?
- No, es otro chico. Bueno, te tengo que dejar, luego me cuentas.
Me alegré mucho por ella, pero no sabía si Alex era el mejor para ella. No iba a pasar nada por intentarlo, ¿no?
Yo tuve mucha suerte en encontrar a Ryan. Era muy bueno conmigo, soportó a Eric y Bryanna todo el día, ni yo los aguantaba, pero él sí.
Nos sentamos y trajeron la tarta. Gracias a Ryan, el día fue perfecto, porque Eric apenas me hizo caso, estaba muy raro conmigo, por suerte, ya empezaba el instituto y podría hablar con él a solas.
Nos despedimos de ellos, y nos quedamos solos Ryan y yo.
Me volvió a apartar el flequillo de la cara, y me besó, yo le abracé.
Al cabo de un rato me tenía que ir, así que fui a casa, a pensar qué le diría a Eric. No quería ser borde, pero tenía que decirle la verdad.
Al día siguiente fuimos al colegio, era lunes, así que no me tocaba con él hasta segunda hora, que también estaba con Danny. Pero Eric no me hablaba, así que tuve que empezar yo la conversación. Me tenía preocupada, y creía que estaba enfadado conmigo por algo, a lo mejor se había enterado de que no me caía bien Bryanna.
- ¿Qué te pasa conmigo? – Le dije.



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