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Peanuts, mi blog, un sitio donde publicaré cada capitulo de mi novela. Soy principiante en esto, pero espero que os guste, tengo mucho que contar...

miércoles, 11 de mayo de 2011

Capítulo 4


Fue un sentimiento que me recorrió todo el cuerpo. Allí estaba Sylveria. Sujetaba entre sus manos la cara de Danny, le estaba dando un beso. Ese sentimiento no fue de amor ni nada por el estilo. Pero, en parte, me sentía traicionada. Era como que había hecho un amigo, y ahora él me estaba dejando por otra. Algo raro, pero era importante para mí.
Danny se apartó de ella, le dijo algo y se fue.
- Leila, Leila. ¿Estás ahí? – Me dijo Michaela.
- Eh. Sí, claro. – Contesté.
- Pff, no te des por aludida, tiene demasiadas fans para que no quiera a ninguna, así que lo tiene fácil. Tiene una novia cuando quiere. – Me aclaró Chelsea.
- Em… no te he entendido. –Dije.
- No es muy difícil. No te enamores de él, porque siempre encontrará a alguien mejor que su novia, y la dejará por esta. – Ahora lo entendí mejor. - ¿Ya?
-Pero… No me gusta.
-Sí, y mi abuela es Batman. – Dijo Rachel.
- No, en serio. Solo que… no sé. Creía que le caía bien. Creía que querría ser mi amigo.
- Una cosa es que sea tu amigo, y otra muy diferente es tener una novia. – Me dijo Courtney.
- Es que tengo miedo de no caerle bien a nadie.
- ¡Pero si has triunfado con tu discurso! – Me animó Irina.
- Anda, vamos que llegamos tarde a inglés. – Avisó Courtney.
Fuimos al aula de Ingles, la 2. Cuando fuimos estaban todos de pie al final de la clase, y no había ninguna maleta en el pupitre. Vanessa tenía la lista en la mano.
- ¡Por fin! Parecía que nunca ibais a llegar. Sois las últimas. – Nos dijo.
En los lados había pares de mesas, pero en el centro había tres. Vanessa nos quería poner por orden de lista. Fue colocando a los demás. Al llegar a mí, me tocó en la fila de en medio, en el centro. No me fijé quienes eran los que estaban a mi lado. Michaela y Courtney cayeron las dos juntas. ¡Qué suerte!
- Pues ya está, volved a vuestro sitio. – Dijo Vanessa. – Quiero que os sentéis así para lo que queda de curso en mis clases. ¿Vale?
Por supuesto, nadie contestó. En mi clase antigua seguro que había un listillo por ahí que decía algo para hacer gracia.
Me dirigí a mi mesa, puse la maleta en el suelo y me senté. De pronto, vi que un chico ponía su maleta a mi lado, en la izquierda. Sería el que iba antes que yo en la lista. Le miré. Era Danny.
- ¡Ey! – Me dijo.
- ¡Ey! – Le contesté. Bueno, podía decirse que eso era una conversación.
- Ya sé que os parecerá raro que esté yo otra vez aquí pero es normal. Al ser vuestra primera hora del curso, me tocaba con vosotros. Ya os dije que os iba a dar Inglés, y ahora os toca Inglés, pero no vamos a darlo, por supuesto. Ya que en la hora anterior nos hemos entretenido un poco con las presentaciones,- Algunos alumnos me miraron. – os voy a entregar ahora los libros de texto.
- Hoy no vamos a dar clase, ¿no? – Le pregunté a Danny.
- ¡Qué va! Hoy nos explicaran las asignaturas, ‘’nos conoceremos’’, los profesores se presentarán. En fin, hoy es el único día que nos dejarán hablar. – Me contestó sonriéndome.
- Ya veo… Parece divertido este instituto.
- Bueno. Para mí sí, la verdad es que no hago mucho, pero en realidad hay que esforzase para sacar buenas notas… Aunque a algunos eso les parece divertido. – Me dijo.
- ¿Quién es esa? – Le dije mientras miraba a Sylveria.
- ¿Sylvi? Bueno, ¿en relación a mí, o a todo el mundo?
- A los dos…
- Vale. Sylvi es mi ex novia. Bueno, era mi ex novia, ella quiere volver, y la verdad es que me sigue gustando pero…
- Pero… - le dije para que continuase.
- Pero se lo tiene demasiado creído. Yo que sé, se lo va contando a todo el mundo como si a la gente le importase mucho mi vida. Se creerá que sale con alguien famoso, o importante o algo de eso. Pero vaya, a mí eso no me gusta. ¿Me entiendes? Es como que está conmigo para ser más popular, pero no sé qué fama le voy a dar yo.
Era el primer chico que había visto que era ‘’alguien’’, y a la vez era humilde.
- Sí, te entiendo. Pero según me han dicho sí eres importante. Te conoce todo el mundo. – Le dije.
- ¿Tú también? Tu solo quieres juntarte conmigo por mi fama, ¿no es eso?
Me quedé completamente de piedra. No era así pero, ¿Cómo iba a creerme si le decía que no?
- Claro que no. Tú has sido el primer chico que me ha hablado, y eso me ha parecido un gesto importante. Solo eso. Me caes bien, pero por lo que conozco de ti, no por lo que dicen las terceras personas. – Se lo intenté explicar lo mejor que pude.
Se quedó callado un momento.
- Espero que no seas como las demás. Sigue tal y como eres…
Esperé unos minutos en silencio. Eso me había llegado al corazón. No era tan creído como decían.
- Oye… ¿quién va a mi lado? – le pregunté. Quería acabar de una vez con ese silencio tan incomodo.
- Creo que John… Sí, va él, porque el año pasado nos tocó a los dos juntos.
- ¿Quién es John?
- Es mi mejor amigo. Si buscas a alguien como él no lo vas a encontrar. Siempre ha caído conmigo en todas las clases, desde que tenemos tres años.
- Que monos… entonces, ¿él también ha repetido? – Le pregunté.
- Sí. Pero suspendió Matemáticas e Inglés, y no lo pudo recuperar en septiembre.
- Oh no. Estoy rodeada de repetidores…- Bromeé.
Danny se rió.
- John es buena gente, tranquila.
 - ¿Nunca has hablado con mis amigas?- Dije intentando saber qué pensaba de ellas.
- ¿Quiénes son? – Me preguntó.
 - Michaela.
- Em… No, con ella no he hablado nunca.
- Rachel.
- Esa creo que estaba detrás de mí el año pasado… pero no me cae mal.
- Irina.
- Con ella me sentaron una vez. No está mal. Como amiga me refiero.
- Ya… Eh, Courtney.
- No me cae bien.
- ¿Y eso? – Le dije.
- No sé. No me cae bien y ya está. Aunque estoy juzgando sin saber. Tendría que conocerla bien.
- Chelsea.
- Bueno, tampoco he hablado con ella. Pero no me cae ni bien ni mal…
- O sea, que la única que te cae más mal es Courtney.
- Sí, básicamente. – Me dijo.
Nos entregaron ya los libros y seguimos hablando. La clase de Inglés se me pasó volando. Al terminar nos tocaba en la 13, Tecnología. Me senté con Irina. Estuvimos hablando, y me contó cómo le había ido la vida hasta ahora. Al parecer le iba muy bien. Estaba dando clases y eso pero bien. El curso anterior consiguió muy buenas notas…
Lo peor era sus padres, no la dejaban hacer nada. En mi opinión, tenerla tan ‘’amarrada’’ no era muy bueno, pero yo no era madre, así que mi voto era insignificante. Por supuesto, había tenido unos cuantos chicos con los que salir, esa era una de las consecuencias de ser tratada así por tus padres, pero ellos nunca se enteraban.  Acabó la clase de Tecnología, y nos tocaba el recreo.


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