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Peanuts, mi blog, un sitio donde publicaré cada capitulo de mi novela. Soy principiante en esto, pero espero que os guste, tengo mucho que contar...

lunes, 1 de agosto de 2011

Capítulo 15


Aún estaba abrazada del brazo de Eric, cuando sonó la alarma que puse para volver a casa.
- ¿Ya te vas? – Me dijo cariñosamente Eric.
- Sí.
Entonces me abrazó, era más alto que yo, por lo que apoyé la cabeza en su hombro.
- ¿Quedaremos otra vez? – Dije.
- Por supuesto.
Después de esto, nos despedimos todos, y, por supuesto, Sylveria tenía que destacar.
Chelsea, Michaela y yo nos íbamos en el bus, y allí pensé en lo que sucedió en esa tarde, me gustaba hacer eso.
- Chicas, creo que me gusta Charles. – Dijo Chelsea.
No me extrañaba, Charles era un chico muy guapo, su pelo era de un rubio muy claro, incluso más que el de Chelsea, con unos ojos azul intenso, pero bajito. También tenía melena, como todos los chicos medianamente pijos.
- Bueno… los rubios arrastran masas, ¿no? – Comenté.
Las dos me miraron my serias, y veo que no les hizo gracia, ya que las dos eran rubias.
- ¿Los que tienen los ojos azules? – Intenté arreglar.
Pero fue inútil, porque las dos tenían los ojos azules también, pero ninguna con un azul tan fuerte como él. Los de Chelsea eran casi grises, mientras que los de Michaela tenían marrón.
- Tía, es que no sé, es muy simpático, y es atractivo… - Dijo Chelsea.
Durante todo el camino estuvimos escuchando cómo Chelsea ‘’adoraba’’ a Charles. Michaela estaba bastante callada, mientras que yo escuchaba,  de vez en cuando asentía o daba un pequeño comentario. A mí ese chico no me gustaba, pero, si era amigo de Danny y Eric, sería por algo.
Michaela se quedaba esta noche a dormir a mi casa, así que todo fue divertido, hicimos pizza, pusimos música, comimos palomitas, nos pintamos las uñas… En fin, una fiesta de pijamas. Ya era hora de dormir, pero ninguna teníamos sueño, así que nos pusimos a ver una película de miedo, cosa que fue un error, ya que Michaela terminó asustadas, y seguíamos sin poder dormir. Nos despertamos a la una de la tarde, como era lógico, ya que nos entretuvimos anoche.
Las navidades pasaban lentas pero divertidas, todos los años era los mismo, una cena especial en Nochebuena, otra en fin de año, los regalos, estar con la familia, en fin, lo típico.
Una fría tarde sonó el teléfono, y lo cogí. Era Eric.
- ¿Quién es? – Pregunté.
- Soy Eric. – Dijo la voz.
- ¡Ah! Hola, ¿qué tal?
- Bien, bueno, quería decirte que si te apuntabas a salir con nosotros.
- Claro, ¿a dónde?
- Bueno, queríamos ir a una casa.
-Ah… que emoción, ¿no? – Dije sarcásticamente.
- Sí, dicen que esa casa está encantada. Pero no te lo creas mucho.
- ¿Para qué vamos allí?
- No sé, para hacer algo interesante… No me digas que te da miedo.
- No, que va, pero es que no entiendo. Está bien.
En realidad sí que me daba un poco de miedo, pero no lo quería aceptar, era demasiado orgullosa como para  decir que me asustaba de algo que no era real, que estaba en mi imaginación. Así que también tenía que preparar cómo aguantaría ese susto.
Pero no era la única que sentía miedo.  Al cabo de un par de días me llamó Rachel.
- Dios mío, yo tengo que quedar bien, pero no creo que pueda, yo parezco muy dura, pero no sé si saldré con vida de allí. – Me dijo.
- Tranquila, no puede pasar nada, además, tenemos unos días para mentalizarnos. Pero es una casa, nadie dice que vaya a pasar nada. Y no creo que Eric sea muy valiente. Pero… ¿Quiénes van?
- Pues, seríamos, nosotras, Michaela, Courtney, Chelsea, Irina, y los chicos.
-¿Qué chicos van?
- Danny, Eric, Charles, y Alex.
- ¿A ti te gusta Alex? – Le pregunté sabiendo la respuesta.
- Eh, bueno, se portó muy bien conmigo, y no le he vuelto a ver, y quiero verle, y volver a estar con él.
- Eso no responde a mi pregunta.
- Claro que sí, es que no lo sé, me parece especial. ¿A ti no te pasa con Eric?
Eso me dejó completamente desconcertada, ¿por qué pensaba que me gustaba Eric? Aunque preferí que me dijese Eric antes que Danny, sobre todo después de que pasara ese incidente.
- No, es mi amigo, y deberías saberlo. No insistas más.
- Vale, para el carro. – Me dijo.
- ¿Ya te ha pegado Alex su lenguaje?
- No, no hemos hablado. Jo, yo hubiese querido estar en la clase de Irina el año pasado.
- Es cierto, si no estabas… ¿cómo es que conocías a la gente de su clase?
- Porque estaba muy unida a ellos. Siempre que podía me iba con ellos, en el recreo y en todas partes. – Se rió.
Ojalá hubiese estado el año pasado en el instituto, todo hubiera sido diferente, pero no me podía quejar.
Se acercaba el día, y ni siquiera sabía que ropa ponerme, ni que podría pasar. Algo me daba que la cosa no acabaría bien, que me asustaría con cualquier ruido y me echaría a los brazos de alguien. Y no sabía por qué pero me imaginaba de quien serían los brazos… <Vamos, no seas negativa.> -Pensé.
¿Alex venía? No sabía en qué podía repercutir, pero seguro que haría alguna broma sin ninguna gracia. Espera, ¿todo esto estaba pasando porque de verdad tenía miedo? Pero… nunca me asusté de una película. Aunque esto era real. Vamos a ver, lo peor que podía pasar es que hagas una locura, y eso no iba a ocurrir.
Así que por fin llegó el día. Chelsea y Rachel estaban muy contentas, ya que verían a sus chicos, dicen que el amor es más fuerte que el miedo, pero si no tienes ningún amor, ¿qué deberías hacer?
Lo mejor de todo es que no había venido ni Alexis ni Sylveria. Suficiente era tener que ir a una vieja casa llena de ratas malolientes, como para aguantar a dos bichos más…
Quedamos en una tienda cercana, pero al principio solo estábamos Michaela, Irina y yo.
Entonces apareció Eric, me impresionó mucho su belleza. Estaba más guapo que nunca, llevaba una chaqueta de cuero, y el pelo despeinado, algo que lo hacía más atractivo aun. Me sentí ridícula con mis vaqueros y mi sudadera. Con Eric también venía Alex, que estaba también muy guapo.
Cuando ya llegamos todos, decidimos adentrarnos en la casa.

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