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Peanuts, mi blog, un sitio donde publicaré cada capitulo de mi novela. Soy principiante en esto, pero espero que os guste, tengo mucho que contar...

lunes, 1 de agosto de 2011

Capítulo 20


Era invierno, pero, aunque tuviese una falda no tenía frio. No sabía si era el estar al lado de Ryan, o las ganas de hacer el videoclip, pero no sentía que estuviésemos en invierno.
Unos estilistas vinieron a arreglarnos, me echaron maquillaje, mucho maquillaje, y me pintaron de forma que pareciese natural, y desde luego lo consiguieron. También le pusieron maquillaje a él, pero menos que a mí. Me peinaron, me alisaron el pelo, para que se moviese con el viento.
Fuimos a un chiringuito. Me senté en una silla frente a la barra, y el hombre empezó a grabar, yo no me sentía muy segura, pero tenía que salir bien. Nos dio unas instrucciones sobre cómo hacerlo, pero era complicado.
Empezamos a grabar, y todo iba sobre ruedas, fue complicada la parte en la que teníamos que hablar, porque no decíamos nada, y debía parecer que conversábamos. Pero lo más complicado fue la parte del beso, como era obvio.
Me cogió del brazo, y yo me di la vuelta dramáticamente, entonces, me sujetó la cara, pero se quedó parado, y yo tuve que aguantar la risa, hasta que retrocedió riéndose a carcajadas.
- ¿Pero se puede saber qué pasa? ¿Es que no habéis besado nunca a nadie? ¡Venga, no tengo todo el día! –Dijo el hombre.
Por mucho que lo intentábamos, no había forma, una vez pasó un chico saludando a la cámara, otra empujaron al que grababa, incluso me caí y Ryan intentó a levantarme, pero con las risas, acabamos los dos en el suelo.
Tras muchas distracciones, volvimos a intentarlo. Se estaba acercando a mí, sus labios rozaban con los míos cuando alguien le dio un balonazo a Ryan. Se dio la vuelta enfadado, pero los chicos le pidieron perdón de inmediato. Creo que estaba más enfadado el editor que él.
Volvimos a la escena, me cogió de nuevo del brazo, y apretó sus labios contra los míos. Sentí algo raro, primero, la satisfacción de que por fin saliese bien la escena, pero algo más. Fue especial para mí.
- Ya está. –Dijo el editor.
Pero Ryan esperó un momento hasta dejar de besarme, cosa que no me molestó en absoluto.
- Bueno, supongo que ya ha acabado.- Me dijo sonriendo.
- Sí.
- Vamos tortolitos, tenemos prisa, hay que ver si ha salido bien. –Nos dijo el editor.
Volvimos andando hacia el estudio.
- ¿Cómo se llama tu editor? – Susurre a Ryan.
- Chris. – Me contestó.
Llegamos al estudio, y mientras hacía el montaje, puso la canción de Ryan.
- Ah, esta canción la escuche. Y me encanta. – Le dije mientras le sonreía.
- Me alegro que te guste.
No podía ser tan perfecto, no era normal.
- Deberíamos volver a vernos. – Me dijo.
- Cuando quieras. – Contesté. – Pero claro, tengo que estudiar y todo eso…
- Entonces tendremos que quedar antes de que vuelvas al instituto.
- Supongo.
Entonces tomó mi número de teléfono, y yo cogí el suyo. También fuimos a merendar. Pedimos unos pasteles, y seguimos hablando, a mí me pareció todo muy romántico.
- Me ha gustado el beso. – Me dijo sin previo aviso.
- Eres muy sincero, o muy bromista.
- Sincero, no me hacen gracia las bromas.
- A mí también.
- ¿De verdad estás soltera? – Me preguntó.
- Sí.
- No lo pareces.
-Ya… ¿Y tú? ¿Cómo es que un chico como tú no tiene pareja? – Le dije adelantándome.
- Pues porque no había encontrado ninguna que me guste. – Sonrió.
Me pregunté por qué lo había dicho en pasado, pero imaginé la respuesta, aun así, me aseguré.
- ¿Habías? – Pregunté.
- Sí. – Dijo orgulloso. – Y es guapa, amable, simpática, y besa bien. ¿Qué más puedo pedir?
- Pues tú sabrás lo que quieres. – Le dije con dulzura.
- Yo sé lo que quiero. – Dijo mientras me miraba con una tierna sonrisa. – Anda, vámonos.
Nos levantamos, y me acompañó hasta casa. No sabía cómo, pero siempre conseguía que los chicos viniesen conmigo a mi urbanización.
- Adiós. – Le dije.
- Hasta pronto. Ya te llamaré. – Me dijo.
Seguidamente me dio un beso en la cara, y me puse roja de nuevo.
- ¿Te gusto? – Me preguntó.
- ¿Eh? Bueno, no estás mal. – Dije mientras le empujé levemente del pecho hacía atrás.
- Te llamaré.
- Sé que lo harás.
Después de esto me dio un beso en los labios, pero fue muy cortito, algo a lo que llamaría “pico”.
- Venga, adiós. –Le dije echándole.
Me gustaba, me gustaba de verdad, era mayor, pero, ¿y qué? Mereció la pena que Chris me arrastrase literalmente del brazo. Lo que me sentí un poco mal con Michaela, que se tuvo que ir sola, y no tuvo noticia de mí, ni yo de ella, así que decidí llamarla. Llegué a casa y la llamé.
- ¿Diga?
- Michaela. ¿Qué tal? – Dije.
- ¿Qué tal? Mal, como si no. Me has dejado plantada, y a saber qué te podría haber hecho el hombre ese. ¿Tú no tienes cuidado? Estoy muy cabreada. Me parece increíble lo que has hecho.
Me dolió escuchar eso, pero tenía mucha razón, no era justo que la hubiese dejado tirada de esa manera. Eso no era ser una amiga.
- Lo sé, y lo siento, pero me lo he pasado tan bien.
- Pues más vale que hayas conocido a un tío que esté bien, porque si no, sí que me enfado, pero en serio.
- Sí, es que el hombre ese era un editor, y resulta que quería hacer un videoclip conmigo y con un cantante, y ha sido tan especial.
- Que suerte.
- Sí, y el cantante es guapísimo, y me gusta, y también le gusto yo a él, y nos besamos, y…
- ¿Os besasteis? – Me cortó Michaela.
- Sí, en el videoclip, pero me acompaño hasta casa, y resulta que después me ha dado otro beso. Ha sido fantástico. No me lo puedo creer.
- ¿Y cómo es?
- Es guapísimo, ¿lo he dicho ya? Bueno, es moreno, con unos ojos verdes preciosos.
- ¿Y Eric?
Me quedé de piedra cuando me dijo eso. Me olvidé de él completamente, pero en realidad, cada uno tiene su vida.
- ¿Qué pasa? Es mi amigo, puedo tener amigos, y novios.
- Ya… bueno, que tengo que hacer cosas, ya me lo enseñarás, ¿no? –Me dijo.
- ¡Claro que sí!


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