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Peanuts, mi blog, un sitio donde publicaré cada capitulo de mi novela. Soy principiante en esto, pero espero que os guste, tengo mucho que contar...

miércoles, 11 de mayo de 2011

Capítulo 2


Por fin llegamos a la puerta de fuera del colegio. Cruzamos los extensos jardines y llegamos a la puerta Principal. Miré a Michaela.
-¿Estas preparada?
- Creo que no…-contesté nerviosa.
Llevaba toda la noche imaginándome ese momento, y cuando llega, no podía reaccionar.
-Por fin podrás conocer a mis amigas. Siempre estamos juntas, desde primero. Hacemos un grupito. Pero aún no tenemos nombre. No te preocupes porque vas a poder encajar a la perfección, incluso puede…-Balbuceaba Michaela.
Su voz desapareció como si se le hubiesen agotado las pilas. Me sumergí en mis pensamientos. Las amigas de Michaela. Siempre me ha contado lo divertidas que son, pero la verdad que no me las imagino. Además, seguro que no es tan fácil hacerse amigas suyas como ella dice. Seguro que no haré amigas, nadie me querrá hablar, seré una antisocial a la que insultan por las espaldas y ni siquiera dicen hola cuando te ven pasar. Es traumatizante. Nunca me ha pasado eso, no creo que Michaela sea capaz de dejar que me quede sola. Pero…
-¿No crees? –Me dijo Michaela mientras sonreía.
-Em… ¿sí?
-No me digas que no has escuchado nada. Pues no te lo voy a repetir.-Me dijo y puso los brazos en jarra.
-Lo siento, es que, estoy muy nerviosa.
-Ay. Te he dicho que no te preocupes. En esta escuela la mayoría somos buena gente, o normales. No hay chusmas ni gente rara. Bueno, claro, para raras estamos nosotras.
-Sí, ya, ¿podemos entrar de una vez?
-Oh, creí que te estabas mentalizando para entrar.-Se disculpó.
-¿En qué clase nos toca?
-Creía que tú tenías el horario, por eso no lo compré.
-¡Micki! Que sea la última vez que tienes que depender de mí. Sí, lo tengo aquí.- Le dije enfurecida.
-Leilany, te he dicho mil veces que no me llames así.-Dijo Michaela.
Michaela, Micki, bah, si es más corto, además, le queda bien ese nombre.
-¡No me cambies de tema! –Saqué la hoja que estaba doblada dentro de una libreta.-Tenemos en la 16. Adivina donde está eso.
-Recuerda que yo llevo aquí desde Primero. Ven.
- No estoy preparada para esto.
Recorrimos medio instituto hasta que dimos con el aula 16. Sí, Michaela decía que ‘’no se acordaba de donde estaba esa clase’’. Seguro que siempre seguía a la gente mientras charlaba, pero bueno, eso no es asunto mío.
Para mi desilusión, estaba vacío. En frente no había nadie, ni gente hablando, ni apoyada en la puerta. Nada. Supongo que irían viniendo, ¿no?
-Ahora a esperar. –Dije.
- Sí, ahora a esperar. Pero tranquila, no creo que tarden mucho en venir las demás. Rachel llega prontito. Chelsea normalmente llega casi a la misma hora que yo. Y bueno… a las demás les pesa el culo.
- ¿Chelsea? Nunca me has hablado de ella.
- Sí, sí que te he hablado.- Me contesto
-¿A sí?
-Sí, pero no te acordarás.
Tras un rato vino un chico. Pero no saludó a Micki. Qué raro… Pasó más tiempo aún y seguí viniendo solo gente desconocida, al menos para mí.
-¡Eh!-Dijo Michaela mientras salía corriendo.
Fue a saludar a una chica rubia, pero muy rubia y de ojos azules. Le dio un abrazo y me hizo un gesto para que fuese hacia allí.
-Ella es Chelsea. Es de Italia. Chelsea, ella es Leilany, pero puedes decirle Leila.-Nos presentó.
-Holaa. – Genial, me dijo que no había gente rara. Pues esta no iba mucho mejor…
- Hola. –Le contesté.
-¿Qué tal te han ido las vacaciones? – Dijo Michaela a Chelsea.
- Bien, bueno, ocurrió algo. –Dijo Chelsea. Inmediatamente, Micki le cogió de la muñeca.
-Chelsea, te dije que parases. ¿Crees que sirve para algo cortarte? ¿Otro chico? En serio no aprendes…- La reprendió.
Chelsea quitó la mano y se avergonzó. Mira que era rara esta chica. Yo no encajaba ahí.
-Bueno, pero solo fue una vez. Además, creo que ya he aprendido.
Sí, seguro…
-Más te vale.-terminó Michaela.
Apareció Rachel, dando tumbos, como siempre. Es que no madura.
-¡Hola! Qué alegría Leilany, hacía mucho que no te veía. ¿Te has hecho las planchas? Pues no se te nota…-dijo Rachel. Sigue siendo la misma.
Le miré con cara de asesina, era el mejor momento de meterse conmigo, tras un ataque de nervios. Bueno, más bien no era un ataque, pero no estaba de humor.
- Jo, era broma.-Se disculpó Rachel.- ¡Ah! ¡No me mires así!
-Vale, vale. Veo que eres la Rachel de siempre.-Dije.
-Sí, la misma. Gente, ¡aquí estoy!
El chico moreno se dio la vuelta y sonrió. Tras verlo, Rachel se agacho y se rió avergonzada.
- Tapadme, tapadme.
Chelsea, Michaela y yo nos reímos. Rachel siguió hablando con nosotras. Hasta que apareció otra chica.
Para mí era otro misterio. Era morena, bajita  pero tenía una sonrisa en sus labios. Encajaba perfectamente en el perfil de Courtney. Y, evidentemente, no me equivoqué.
-¡Courtney! – Gritaron todas. Cada vez tenía más ganas de huir.
-Hola chicas. Llevo todo el camino escuchando música nueva. Si es que unas buenas canciones alegran el día a cualquiera.-Dijo ella.
-Bueno, cuando lleguen las demás haré las presentaciones, que no tengo ganas de repetirlo muchas veces.-Dijo Michaela.
-Qué raro, ¿tú sin ganas de hacer algo? ¡Eso es nuevo! – Dije sarcásticamente.
Todas rieron de nuevo. Vaya, me empezaban a caer bien.
-Oye, no os metáis conmigo.-Se quejó.
Pronto vino Irina. Mi amiga desde la infancia. Tenía un largo cabello rubio y los ojos celestes. Comparada con todas, yo era el patito feo.
-Noveas. Ya me he peleado otra vez con mi madre. – Dijo.- Dice que este curso quiere que saque buenas notas y por eso no me va a dejar salir ni una vez. Porque dice que el curso anterior suspendí muchos exámenes. Y mi nota media era un ocho.
- Oy por Dios con tu madre. ¡Qué tienes 15 años! Se cree que te va a tener amarrada toda tu vida. Oish, que coraje me da.-Dijo Michaela.
-A que sí. Además, parece la típica madre estricta y eso…-Dijo Chelsea.
-Bueno no os paséis que es mi madre. Pero vamos, hay veces que no hay forma.-Respondió Irina.
- Aj, yo con las injusticias no puedo…-Concluyó Rachel.-Ya estamos todas ¿no?
-Sí.-Dijeron Courtney y Irina a la vez.
La verdad que eran buena gente. Se ayudaban y se defendían. Quizás sí que encajo aquí, espero que yo les caiga bien. ¿Y los chicos? Hasta ahora no había visto ninguno que me hubiese gustado. En fin, ya tendríamos tiempo de hablar de eso…



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