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Peanuts, mi blog, un sitio donde publicaré cada capitulo de mi novela. Soy principiante en esto, pero espero que os guste, tengo mucho que contar...

miércoles, 11 de mayo de 2011

Capítulo 3


Sonó el timbre de las ocho menos cinco, pero no llegaba nuestro profesor. La verdad que no sabía si era un hombre o una mujer.
Empezaron a venir muchos chicos. O las chicas estaban de compras, o este era un colegio de hombres…Pero al fin vinieron todas juntas. Parecíamos muchos, pero quizás nos mezclamos con más clases.
Seguimos hablando:
- Hemos caído casi los mismos del año pasado. – Dijo Irina.
- Sí, menos mal. Nos lo pasamos súper bien, éramos una gran familia…- Nos contó Rachel pensativa.
-No eres tu lista. Lo que quieras es que vuelva Danny. – Exclamó Chelsea.
- ¿Danny? – Pregunté.
- Oh, Danny es el chico más popular que se ha visto en el instituto, es guapo, pero no tanto como para que se enamoren de el casi todas las chicas. Por supuesto, Rachel se enamoró de él. – Me dijo Michaela.
-¿Y salisteis juntos? – Dije emocionada.
- No. – Susurró Rachel.
- Bueno, es que es uno de los más complicados. Igual que John. – Dijo Michaela.
- Pero, ¿has tenido novio alguna vez? – Pregunté.
-Sí, el año pasado estuve con Leo. Está allí. Es el moreno. Pero solo duramos cuatro meses. Ya lo superé, aunque teniendo en cuenta que corté yo, pues fue fácil. – Dijo Rachel.
- ¡Qué fuerte! – Exclamé.
Piiiii. Sonó la segunda alarma y apareció la señorita. Era alta y pelirroja, pero tenía tinte, no era su color natural. Parecía simpática. Abrió la puerta y nos dejó pasar. Irina se sentó con Michaela, ella decía que la echaba de menos. Bueno, Courtney se sentó con Rachel, y solo quedamos Chelsea y yo.
Ella se quería sentar detrás de un chico que decía que era Danny. En fin, no perdería nada. Pero seguro que él era demasiado guay para hablar conmigo.
Nos sentamos allí, Danny estaba solo. Se acomodó en la silla, estaba mal sentado, pero no le regañaron. Supuse que lo hacía para quedar mejor. Me hubiese gustado verle en silla de ruedas cuando se destrozase la espalda por sentarse mal, eso sí que sería guay.
- Hola. Soy Vanessa, y voy a ser vuestra tutora este año. – Dijo la tutora.
Hubo una pequeña pausa. Vanessa me miró. Algo olía mal.
-Que recuerde sois todos  del año pasado, estabais en la misma clase, ¿no? Bueno, pues os quiero presentar a la chica nueva. – Exclamó.
Oh, no. No había pensado en esto. Qué vergüenza. Todo el mundo se metería conmigo si sabían que era nueva. ¿Qué podía hacer? Solo pensé una cosa, ‘’Tierra, trágame’’.
- Ven, preséntate aquí delante de tus compañeros. – Me dijo.
No, no, no, no. Esto no podía pasar. Me quedé quieta unos segundos, pero entonces Chelsea me hizo volver a la realidad.
- Venga…
Me levanté, fui hacia allí mientras improvisaba un pequeño discurso. ‘’Hola, me llamo Leilany…’’ Si solo mi nombre era una vergüenza. Para completar mi humillación, me tropecé con una mochila, cuando miré hacia atrás, su propietaria se estaba riendo. Era el colmo. Pero llegué al lado de la profesora.
-Bueno… yo soy Leilany, pero como es un nombre un poco largo, me suelen llamar Leila.- Algunos soltaron una risita, no, si encima iba para presidenta y todo. Sonreí, y se produjeron más risitas. Me empezaba a gustar esto, no eran risas de burla.- Es mi primer año en este instituto, los dos anteriores los hice en otro que poca gente conoce, y me he venido a este porque están mis mejores amigas. Por suerte he caído en esta clase, que Michaela me dijo que era la mejor… - Algunos sonrieron y se dieron la vuelta para mirarla. Ella se sonrojó. – Y bueno… espero conoceros a todos y que nos lo pasemos bien, aunque sé que los profesores nos lo van a poner difícil…-Sonreí, y Vanessa también. Los demás parecían divertirse. – Pues lo dicho y, encantada de ser vuestra compañera.
Guau, fue impresionante. Al menos para mí. No me salían las palabras y de pronto, bum. Explosión. Me senté con Chelsea.
- No he estado muy mal, ¿no? – susurré a Chelsea.
-Que va, eres una experta ¿eh?
Me limité a reír, no me podía creer lo que acababa de hacer. Estaba orgullosa.
- Bueno, pues encantada de conocerte a ti también Leila. – Me dijo la profesora.- Yo a ellos ya los conozco porque les daba inglés. Espero que te guste mi asignatura. Bueno, vale ya. Fuera las bromas, os voy a decir un poco las listas de profesores y eso, ¿vale? Bien, ciencias la imparte….
La clase se pasó rápida. Vanessa me caía muy bien. Sonó el timbre, recogí las cosas y me levanté. Me fui hacia la mesa de Rachel y Courtney. Cuando fui hacía allí me empujó alguien, y me dijo:
- La chica nueva, ¿eh?
Me di la vuelta, era Danny. No sabía qué decir.
- Sí, bueno, no todos llevamos aquí mucho tiempo…-Dije con una sonrisa.
-Eh, que solo he repetido una vez. – Se disculpó.
-¿Qué curso fue?
-Esto… primero. – Dijo mientras se ponía la mano en la nuca. Aunque estábamos en verano, el llevaba una chaqueta impermeable ancha. Era la moda.
- ¿Primero? – Me reí. – Entonces aquí serán muy difíciles las asignaturas, ¿no?
- Sí, bueno, depende. Es que yo no estudio demasiado, pero para otro sí que será más fácil. – Dijo intentando animarme.
- ¿Por qué no estudias?
- Es que… no sé en qué quiero trabajar, entonces, como sé que estas notas no me sirven para nada, no me esfuerzo. Presto atención y eso, pero en mi casa no hago nada. Ya en Bachiller estudiaré.
-Am, interesante…- Nunca me había planteado eso.
De pronto, la chica que se rió cuando me tropecé, agarró del brazo a Danny.
- Vamos anda… No quiero llegar tarde. – Le dijo.
- Sí. Lo siento Leila. Hasta luego. –Me dijo sonriendo.
- Adiós.- Yo también le sonreí.
Por un momento nos quedamos mirándonos. Pero la chica le tiró del brazo y se lo llevó.
- Espera, ¿de verdad acabamos de ver una conversación de tú, con Danny? – Dijo Rachel.
- ¿Qué? – Me pilló desprevenida.
- No todos los días alguien habla con Danny. Eso es algo especial. ¡Y lo hemos visto en directo! Si me lo hubieses dicho, no me lo hubiese creído. – Dijo Courtney.
- ¿Qué tiene de malo? – Pregunté.
- ¡De malo! ¿Tú estás loca? Es genial. Le caes bien a Danny, es decir, al chico más popular. – Dijo Irina.
- En serio, que mal me cae Sylveria. Se cree que Danny va a pasar de ella como se junte con otra. Oj, no puedo con ella. – Dijo Michaela.
- Quizás solo quería saludarme.
- Pero si nunca suele hablar con gente normal. Eres la excepción a la regla. – Me dijo Irina.
- ¿En serio? – Dije.
Ahora que lo pensaba, era bastante guapo, era alto, ancho de hombros pero delgado. Sus ojos eran color miel, tenía muchas pestañas y unos ojos grandes. Su nariz no era grande, pero tampoco pequeña. Lo que menos me gustaba era su boca, sus labios eran finos y anchos, pero aún así era muy guapo.
-¡Ay! Mira cómo se pone colorada. – Dijo Chelsea mientras me señalaba.
-¡¿Qué?! – Exclamé.
- Anda vamos, que vamos a llegar tarde a nuestra tercera clase del curso. – dijo Michaela.
‘’Gracias’’ pensé. No me gustaba, pero me caía bien. No sé por qué me puse colorada. Me engañó mi subconsciente.
Salimos de la clase 16, y nos dirigíamos a la 2.
Pero al salir vi algo, que no sé por qué, pero me molestó.

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