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Peanuts, mi blog, un sitio donde publicaré cada capitulo de mi novela. Soy principiante en esto, pero espero que os guste, tengo mucho que contar...

lunes, 1 de agosto de 2011

Capítulo 18


Me desperté en mi cama, al lado de Courtney y, no sabía por qué, Rachel acabó en el suelo. Ahora seguro que estarían todos de mal humor excepto yo, porque no había bebido, pero aún seguía molesta por lo que nos hizo Eric, bueno, y no solo él.
Vi como Eric le daba una leve patada a Alex, para despertarle, pero este refunfuñó.
- Haz el desayuno. –Le ordenó.
- Sí, ahora mismo capitán. – Dijo mientras se levantaba e iba a la cocina.
Me sorprendió bastante que le hiciese caso a la primera, pero a lo mejor tenía mucha hambre o algo. Pronto entendí lo que hizo, había llamado a una pizzería para que trajeran las pizzas.
- A dieta, ¿no? – Dijo Rachel.
- Bueno, no estoy nada mal. – Respondió mientras se levantaba la camiseta.
Trajeron la pizza y empezamos a ‘’desayunar’’. Pero le sonó el móvil a Danny, lo cogió y se fue.
- Dios mío, que dolor de cabeza. – Se quejó Chelsea.
- Sí, se llama jaqueca. – Contestó Charles.
Parecían una pareja tan feliz…
Al cabo de un rato apareció Danny.
- Tío, que va a volver mi hermana. – Dijo Danny.
La sonrisa de Eric se le borró instantáneamente de la cara. ¿Quién era la hermana? ¿Iba a volver? ¿De dónde?
- ¿En serio? –Preguntó con inseguridad.
- Sí.
Eric resopló, no pareció gustarle mucho la idea, pero no sabía por qué.
- ¿Cuándo viene? – Pregunto Alex.
- Dentro de un rato.
- Pues, os tendríais que ir ya. – Dijo sin ganas.
- Se pueden venir a mi casa. – Añadió Danny.
- Ah, pues entonces, ayudadme a recoger esto.
Así que le ayudamos a quitar los colchones de en medio, y a poner las cosas en su sitio, no creí que los padres supiesen que sus hijos bebían…
Llegamos a casa de Danny, y ya se les había pasado un poco la resaca. Tampoco estaban sus padres, habrían ido a trabajar.  Nos pusimos a esperar a que llegase la hermana de Danny, no me imaginaba cómo era, así que decidí preguntar algo sobre ella.
- ¿Es más pequeña que tú?
- Qué va… tiene dieciocho años. – Me contestó.
Estábamos en silencio, sobre todo Eric, y no sabía por qué. Se le veía nervioso, triste, molesto, incómodo.
Se escucharon llaves, era la hermana abriendo la puerta. Entró en el salón y nos vio allí. Era muy guapa también, rubia y con el pelo muy liso. Tenía unos labios carnosos y un bonito color almendra en los ojos. Danny y Eric se levantaron para ir a saludarla. Ella soltó las maletas en el suelo. Danny dio unos pasos para abrazarla, pero ella fue expresamente a por Eric, le dio un beso en los labios. Me sorprendió mucho, pero no tanto como al mismo Eric, que aun estaba con los brazos abiertos, preparado para recibir el abrazo, y sus ojos como platos. Supuse que ella era una de sus novias.
Me sentí inútil, como si molestase estando allí. Pero no era la única, Danny se sintió ofendido. El besó no duró mucho tiempo, pero lo suficiente para que Eric se hubiese acostumbrado y la abrazase.
Después, abrazó a Danny, y nos saludó. Inmediatamente después fue a su cuarto, a guardar la ropa en su armario e instalarse de nuevo en su hogar. Cuando se aseguraron de que nadie les oía, empezaron a hablar sobre lo sucedido.
- Vaya, nunca te he visto tan rápido en acción. – Dijo Alex.
- No, ni yo tampoco. – Contestó Eric sorprendido.
- Pero, ¿estabais juntos? – Preguntó Charles.
- Sí, pero, no sé, creí que lo dejamos.
- Mi hermana es muy persistente. Seguro que te echa de menos. – Comentó Danny.
- Ya veo, pero eso no son formas de saludar, vamos, digo yo. – Dijo Eric.
- Pero tampoco te ha molestado… - Se aseguró Charles.
- ¿Qué vamos a hablar solo de eso? – Preguntó Eric.
Pronto apareció de nuevo la hermana de Danny, y se sentó sobre Eric, aunque fuese mayor, era muy delgada, así que no pesaría demasiado.
Me sentí insignificante frente a ella. Quería irme de allí, no me lo estaba pasando nada bien.
- Bueno, Bryanna, ¿qué tal te lo has pasado? – preguntó su hermano.
- Bien, aunque os he echado mucho de menos. –Contestó con una sonrisa pícara a Eric.
Yo estaba allí de relleno, de decoración, al igual que los demás.
- Yo… Me tengo que ir ya. – Dije finalmente.
Eric me miró, sabía que estaba molesta, pero no creo que supiese la razón, no la sabía ni yo.
Las chicas se levantaron también para irse conmigo.
- Tíos, creo que yo tampoco pinto mucho aquí. –Dijo Charles mientras se peinaba el flequillo con la mano.
Salimos de la casa, y ellos ni se molestaron en acompañarnos a la puerta, ella era la nueva diversión, nosotras ya éramos aburridas. Yo ya era aburrida.
- Lo siento… - Me susurró Rachel.
- ¿Qué sientes? – Pregunté alzando la voz. - ¿Qué hayan pasado de nosotros? ¿Qué no tengan ningún respeto por los demás? ¿Qué sientes?
- Tienes razón. –Comentó Charles. – No es justo que se pongan a besarse y no nos hagan caso. Pero no creo que te haya molestado por eso…
Quizás tenía razón, pero yo no le quería. Me sentía ofendida de alguna manera, pero no tenía razón. No podía enfadarme con él, no tenía motivos.
- No le quiero, ¿vale? No sigáis engañándoos, yo sé lo que siento.
- ¿Estás segura? ¿No te intentarás engañar a ti misma? – Preguntó Charles.
- Sí, estoy segura. – Concluí finalmente.
En el resto del camino las demás estaban diciendo tonterías con Charles,  pero yo seguía sumergida en mi mundo. Me había traicionado ya varias veces, al menos yo me sentía así.
Llegamos a mi casa, algunos habían ido por otro camino, pero Irina y Michaela vivían un poco más lejos de mi casa. Eran prácticamente vecinas, solo que de urbanizaciones diferentes. Nos despedimos y subí a mi habitación, me encerré allí a escuchar música. Sonó la canción que me gustó tanto al principio de curso, era de Ryan Fletcher, un joven cantante que aspiraba a lo más alto.



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