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Peanuts, mi blog, un sitio donde publicaré cada capitulo de mi novela. Soy principiante en esto, pero espero que os guste, tengo mucho que contar...

lunes, 1 de agosto de 2011

Capítulo 19


Ya mismo empezaban de nuevo las clases, así que salimos Michaela y yo a dar un paseo.
Estábamos hablando de cosas sin sentido hasta que apareció un hombre que cortó nuestra conversación.
- Dios mío chica, eres tremendamente perfecta. ¿De dónde has salido? Me encantas, ven conmigo. – Me dijo aquel hombre.
- ¿Perdona? – Pregunté.
- Ven, quiero que participes en una cosa.
- ¿En qué?
- En un videoclip, de un chaval muy guapo, ahora ven. Nena, puedes irte. –Dijo refiriéndose a Michaela.
Esta se despidió de mí, y se fue. No quería que se marchase, no sabía que podía hacer ese hombre. Me llevó a una especie de estudio, pero tenía jardines, podía ser privado…
Era una casa, pero la parte de casa era lo de menos, había un estudio enorme.
Entró dentro, y me dijo que esperase.
- Ya te he traído a la chica. – Le dijo a otra persona que había dentro.
- ¿Pero qué vas a hacer? ¿Estás seguro de que esa vale? – Preguntó un chico, con el que hablaba el hombre.
- Sí, lo tengo todo pensado, es perfecta. – Contestó.
Me agarró del brazo para que entrase. Cuando el chico me vio se quedó sorprendido, pero yo puse la misma cara. Era un chico joven, guapísimo. Su cabello era negro, lo tenía corto, pero la parte del flequillo la tenía levantada con gomina, su nariz era pequeña, y sus labios preciosos. Lo que más me impresionó fue su intenso color de ojos, eran un verde esmeralda. Creí que ese chico no era real, que estaba soñando, pero estaba ahí, a unos pasos de mí.
- Bueno, dejo que os conozcáis un poco, sigo pensando en mi video, es decir, tu video. –Dijo el hombre.
Ninguno de los dos sabía que decir. Me había impactado tanto su belleza que me quedé casi inmóvil, hasta que volví a la realidad.
- Eh… ¿hola? –Dije.
El sonrió, y me enamoró incluso más con su sonrisa. Tenía los dientes perfectos, hubiese jurado que llevó aparatos de pequeño.
- Hola, soy Ryan Fletcher. – Se presentó tendiéndome la mano.
‘’ ¿Se podía ser tan perfecto?’’  - Pensé.
- Yo soy Leilany.
Me sonaba muchísimo su nombre, pero no le relacionaba.
- Supongo que te preguntarás de que va todo esto. – Dijo.
- Pues sí, un poco.
- Bueno, es que he sacado una canción, y mi editor dice que tendré más fama si hago el videoclip. Entonces él lo está haciendo todo, y no tengo ni idea de lo que busca. Así que te ha traído aquí. – Me explicó.
Creo que estaba siendo demasiado descarada, no paraba de mirarle a los ojos, pero es que no lo podía evitar…
- Ya entiendo. ¿Y de qué va el video?
- No lo sé, se ha encargado de todo él. Pero no te asustes, es muy… femenino.
- ¿Cómo es la canción?
- ¿Cómo te explico cómo es una canción?
Me reí, tenía razón, pero no estaba centrada. Tenía un polo azul cielo, y unos vaqueros grises.
- Es verdad. Bueno, ya la escucharé, ¿no?
- Claro que sí. Tengo la sensación de que vamos a ser amigos. – Me dijo.
Me puse nerviosa, y me mordí el labio inferior. Ese chico, era diferente, me gustaba, y le acababa de conocer. Era una sensación extraña.
Al cabo de un rato apareció el editor.
- Necesito que estéis en la playa. Y tenemos que ir a comprar. – Dijo con seriedad.
¿Playa? ¿Bikini? ¿Ryan en bañador? Me iba a apuntar más veces a hacer videoclips…
Pero fuimos a una tienda de ropa normal, no íbamos a bañarnos ni nada por el estilo.
- Bien, el videoclip va de lo siguiente. Se supone que ella está en un bar, y apareces tú y te enamoras de ella a primera vista. –Le dijo.
Bueno… se basaba bastante bien en la historia, solo que al revés.
- Entonces la invitas a una bebida, y habláis cariñosamente y todo ese rollo. – Continuó.
‘’ ¿Hablar cariñosamente con él? Me apunto. ‘’ – Pensé.
- Pero a ella le suena el móvil y se tiene que ir. Pero cuando se marcha, tú la detienes, le das tu número de teléfono, y le besas. – Finalizó.
Nos miramos los dos a la vez. Creo que fue el momento más vergonzoso de mi vida, pero nos pusimos a reír.
La ropa también nos la seleccionó él, supuse que él lo pagaría todo, y así fue.
A mí me escogió una falda vaquera y un top de rayas, y a Ryan una camiseta que le quedaba ajustada, y un bañador de marca.
Ryan era delgado, pero a la vez fuerte, iría a gimnasio. Iba a ser un día divertido, ya que aun era por la mañana, y quedaba toda la tarde por delante.
- Vamos a almorzar,  prefiero que sea por la tarde, queda mejor. – Dijo el editor.
Nos dejó solos, y nos dio el dinero, el se fue porque decía que tenía que ver cómo debería coger la luz del Sol con la cámara.
- ¿Qué quieres pedir? – Dijo Ryan cuando nos sentamos.
- No sé, ¿qué quieres tú? – Dije con timidez.
- Puf, yo tenía intención de pedir lo que tú pidieses.
Pasamos un buen rato y decidí investigar sobre él.
- Bueno, háblame de ti. – Le dije con una sonrisa.
- Bueno, pues soy cantante, no tengo hermanos, tengo diecisiete años y estoy soltero. – Me contó resaltando la palabra “soltero”. - ¿Y tú qué?
- Yo soy estudiante, nada más, tengo quince años, me gusta mucho escuchar música, tampoco tengo hermanos, y también estoy soltera.
Él me sonrió después de presentarme, y yo también le sonreí. Terminamos de comer.
- ¿Y a dónde vamos ahora?
-  Pues ni idea… - Contesté.
Pero apareció el editor, y nos dijo que nos cambiásemos de ropa, así que nos cambiamos en unos probadores de una tienda. Supongo que tendríamos pase VIP, porque normalmente no dejaban entrar para cambiarte la ropa.
- Estás muy guapa. – Me dijo Ryan al salir, por lo que me puse colorada de nuevo.
Era un chico muy simpático, era raro que sintiese algo tan pronto, no le conocía de nada, pero cambiaría pronto...

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